Drácula: otra manera de contar una misma historia
- Adriana
- 23 oct 2014
- 3 Min. de lectura
Originalmente publicado en https://dinoparadojico.tumblr.com/

Muchos de ustedes no son ajenos a la leyenda de Drácula, escrita por Bram Stoker y publicada 1897.
Desde esa historia se han dado innumerables interpretaciones, tanto del personaje legendario Vlad Tepes, como de la raza fantástica de los vampiros.
En la pantalla grande hemos tenido a películas ahora clásicas como “Nosferatu: Phantom der Nacht” (Nosferatu: Fantasma de la noche), de 1922; “Bram Stoker’s Dracula” (Dracula, de Bram Stoker), de 1992, protagonizada por Gary Oldman; entre otros.
Este específico personaje del género del terror fantástico ha generado miles de re-interpretaciones, que llegan a veces ser tan extremas y perturbadoras, como patéticas.
Entre las interpretaciones más alejadas del género del terror, tenemos a los vampiros de Crepúsculo, quienes no solo son “vegetarianos”, sino que al darles el sol, no mueren, solo brillan como cubiertos por escarcha.
En Tv tuvimos los vampiros de “Buffy, la caza vampiros” seguidamente de “Ángel”. Vampiros que han vendido su alma y tienen una transformación solamente facial. Que si te pones a pensar en ello, podrían ser parientes de los hombres lobo de Teen Wolf (de MTV).
Para los más pequeños tienen a Marceline, la reina de los vampiros en Hora de Aventura. Quien realmente no se alimenta de sangre, sino del color de las cosas.
Una de las re-interpretaciones más alejadas que he visto de esta especie, está en los libros de la saga de Kate Daniels, escrita por Ilona Andrews. Se describe a los vampiros como seres humanos que han sido momificados (la piel pegada a los huesos), y que han olvidado como moverse como humanos. Se mueven como arañas, las extremidades se mueven de manera no natural y son seres locos por la sangre. Tal es el nivel de locura de estos seres, que no poseen raciocinio ni control sobre ellos mismos, excepto en el hecho de buscar alimento. Son controlados por una especie de “médiums” que los manejan como si manejaran carritos a control remoto.
¿Pero que tiene esto que ver con “Drácula: la historia jamás contada”? No mucho.
Lo que cuenta la película es el comienzo de la leyenda fantástica que rodea d Vlad Tepes, el empalador.
Habiendo sido rehén de los turcos por la mayoría de su vida, el (ahora) rey Vlad Tepes reina a su pueblo bajo el ojo siempre vigilante del sultán Turco. Cuando este pide la vida de mil niños y al hijo del propio Tepes como rehén, es que se desata el problema.
La película posee grandes efectos especiales, y algunos de mis favoritos sin dudarlo, es la transformación de los murciélagos. Grandes escenas de acción, escenarios impresionantes y un elenco de primera.
Excepto claro, Dominic Cooper como el sultán turco. Si, Dominic Cooper es Howard Stark en la primera entrega de Capitán América. Pero un bronceado y corte de pelo no convierten a un actor inglés en una persona de color. Ese fue un problema en el casting, hay actores del medio oriente que podrían haber interpretado de mejor manera al sultán, sobretodo sin el acento horroroso que usa Cooper. Eso fue lo peor de la película, para mí.
El elenco consta de Luke Evans (“The Hobbit”) como Vlad Tepes, Sara Gadon (“Belle”, “The amazing Spider-Man 2”) como Mirena, Dominic Cooper (“Capitán América: El Primer Avenger”) como el sultán Mehmed, Charles Dance (“Game of Thrones”) como el Maestro Vampiro y Art Parkinson (“Game of Thrones”) como Ingeras, el hijo de Vlad y Mirena.
Lo mejor de esta película, es que trae consigo el rumor del remake de los grandes clásicos del horror, como The Wolf Man (Hombre Lobo), Creature from the Black Lagoon (Criatura del Lago Negro), The Mummy (La Momia) y Frankenstein entre otros. Queda esperar que el éxito en la taquilla marque el inicio de esta nueva serie de remakes clásicos.
Y ustedes cual de los clásicos es el que más quieren ver?
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